Organizar mis libros. Un reto. (Parte II)

Después de mucha búsqueda inútil, no pude conseguir un trillizo para mis 2 libreros por lo que tuve que conformarme con un primo. Es de 3 niveles, pero el nivel que le falta lo compensa en altura y anchura. Lo armé yo solita, lástima que no documenté el proceso. En el nuevo quedaron los orientales, infantiles, fantasía, terror y las revistas de Natgeo.


Foto 1. El nuevo integrante.



Foto 2. Así quedaron luego de la distribución.


En los libreros anteriores quedaron las categorías de ficción histórica, misterio, suspenso, aventuras, latinoamericanos, economía, espiritualidad y clásicos (categorías para nada estrictas pues pongo lo que se me parece). Ya no están apiñados, pero esos espacios lo único que me provocan es volver a llenarlos de libros. Veamos en cuánto tiempo sucede.

Por lo pronto, hice un pedido de 3 libros que esperemos llegue dentro de 15 días. También otros que tengo en mente comprar son los de la Trilogía del Círculo de Ted Dekker (Negro, Blanco y Rojo) ya que uno de los que pedí fue 'Verde', que es algo así como el inicio de todo y que se publicó después de los tres primeros, algo como Star Wars (las peli viejas eran lo que pasó después de las pelis más recientes....se entiende?). Después les cuento más.

Hasta la próxima y que tengan buena lectura.

Marieru





La Caída de los Gigantes. Ken Follet


Ken Follet , este escritor galés mayormente conocido por sus novelas de ficción histórica "Los pilares de la tierra" y su segunda parte "Un mundo sin fin", lanzó el año pasado la primera parte de la trilogía Century (trilogía del siglo) bajo el título "La caída de los gigantes".  

La trilogía abarcará desde los años de la Primera Guerra Mundial, la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Fría, pasando también por otros eventos de importancia histórica como el Domingo Sangriento (Rusia), la lucha por el sufragio femenino en Londres y la ley seca en Estados Unidos (Los 3 últimos en este libro).

La parte de ficción se la aportan las vidas de cinco familias de diferentes nacionalidades y estratos sociales, cuyos destinos se verán entrelazados entre ellos y los eventos reales. Las familias son de América, Alemania, Rusia, Inglaterra y Gales.

Cuando supe que se trataba de los miembros de cinco familias distintas pensé que iba a tener que tomar apuntes para llevar el hilo de tantos nombres, ya que como me pasó con ‘Cien años de soledad’ de Márquez nunca me he podido acordar de toda la genealogía de los Buendía.  Menos mal que no fue así, al principio de la novela hay un listado con los apellidos de las familias y los nombres de los miembros que participan en la historia para refrescarnos la memoria, aunque todavía no he recurrido a ella porque los personajes me encantaron y aunque son más de 1000 páginas al final me acordaba de todos.

Mis personajes favoritos son Grigori (ruso), Lady Maud (inglesa), Ethel (Galesa) y Walter von Ulrich (alemán).  No sé cómo decirlo sin sabotear un poco la trama, así que mejor no les digo que pasó con ellos.  Sé que pueden encontrar mucho de la historia posteado por ahí pero es mejor leerlo en el mismo libro, le da más sentido.

Todos los personajes se conectan entre sí, aparentemente por hilos muy delgados en algunos casos y otras por relaciones personales muy cercanas.  Todos forman parte de la historia de estas grandes naciones y todos viven momentos claves de la historia lo sepan o no.  Muchos personajes que sí existieron también hacen breves apariciones, como Wodrow Wilson (Presidente 28 de los Estados Unidos) y Lenin (líder comunista ruso) , entre otros.

Por último, los elementos de intriga política, espionaje, trampas y complots sumados a los amores secretos y los infortunados, todos me parecieron fascinantes e hicieron esta novela genial.

Hasta la próxima y que tengan una buena lectura.

Marieru


Organizar mis libros. Un reto. (Parte I)

Foto 1. Así estaban antes. (Foto tomada con el celular.)

Hace más de dos semanas tengo todos mis libros en el comedor de la sala y algunos sobre otros muebles del apartamento. Esta situación empezó cuando me dispuse a hacer la limpieza mensual de los 2 únicos libreros de la casa y encontré que en las repisas de abajo estaba creciendo un pequeño punto de moho y encima encontré unos pequeños bichos que según investigué se conocen como “pececillos de plata” (que no son ni de plata ni tan bonitos como suena el nombre). Claro está que me horroricé de lo que estaba pasando y dejé todos mis libros, que aunque no son más de 150 los aprecio muchísimo, en la mesa donde los había puesto para sacudirlos. Me fui a la ferretería y compré un extractor de humedad, que no sé qué tan efectivo sea pero vale la pena intentarlo y pregunté que podía usar para los benditos bichos, pero el caballero que me atendió me miró con cara de no saber de lo que estaba hablando así que tuve que dejar mis intentos de explicarle a un lado y dejar ese problema para otra ocasión.

Foto 2. Aquí están sobre el comedor! oops!

Ahora los dos libreros están sacudidos y aparentemente libre de mohos lo que me dejó con un nuevo problema…me di cuenta que mis tesoros están muy apiñados y que el aire no puede circular bien entre ellos, además el espacio que tengo no me permite ordenarlos en las categorías que quiero. Lo más sencillo sería comprar un nuevo librero claro, el asunto está en que no logro encontrar otro igual a los dos que ya tengo. ¿Qué compre otro diferente? Mi señora madre se rehúsa a llenar la casa de libreros y solo me permite un tamaño…4 niveles.

El librero no lo he conseguido, pero eso no me ha detenido para catalogar los que tengo para cuando llegue el bendito librero. ¿Parece que fue fácil categorizarlos? Pues no! Al principio creí que sería fácil, pero por estar de necia buscando sugerencias en la web, me di cuenta que los libros pueden ser ordenados en una infinidad de formas. Ejemplo: Por colores, por tamaños, por número de páginas, por autor, por país, por editorial y así miles de maneras más. Me dije a mi misma: ¡no esto no puede ser tan complicado! Así que hice lo que me pareció más apropiado para mí, los puse en pilas en categorías que yo misma decidí, un poco raras pero así me gusta.

Un breve ejemplo: La primera categoría es Asiáticos, pero no sólo de escritores del mundo oriental sino también toda novela ambientada en Oriente o que me lo parezca, es así como en esa categoría entra desde Amy Tan (estadounidense de nacimiento) hasta Alma Alexander (Yugoslava) que escribe sobre tradiciones chinas. También están dos novelas sobre Atila, ambos escritores son estadounidenses. La categoría más grande es ficción-histórica, que abarca desde títulos como ‘La catedral del mar’ de Falcones, ‘La historiadora’ de Kostova hasta ‘El maestro de la inocencia’ de Chevalier. Correcto o no así me gusta a mí y ¿no es ese el punto?

Bueno a seguir buscando el librero!

Marieru

Dan Simmons. La Soledad de Charles Dickens.

Dan Simmons es un escritor estadounidense (1948) más conocido por sus trabajos de ciencia ficción, terror y fantasía. La novela que leí no es de ninguno de estos géneros, es más bien ficción, aunque no niego que tiene sus trazos de terror (algo más bien sicológico).

‘La soledad de Charles Dickens’ o ‘Drood’ (título original) trata de los últimos cinco años de vida del reconocido escritor Charles Dickens, desde el accidente ferroviario en el que casi perdió la vida hasta su muerte en 1870.

En 1865 Dickens viaja en tren junto a su amante y la madre de ésta cuando sufren un accidente cayendo los vagones por un precipicio, excepto en el que viajaba el escritor. Debido a su naturaleza como caballero auxilia a los heridos y retira los cuerpos de los caídos. Hasta aquí todo ocurrió en realidad, luego de esto empieza la ficción mezclada con hechos verdaderos.

Es en este accidente donde conoce (probablemente) al misterioso Drood, un personaje oscuro y tenebroso, sin párpados y sin nariz, que llenaría de preguntas la imaginación del escritor. Luego del accidente Dickens convence a uno de sus mejores amigos, Wilkie Collins, y a un inspector de policía para que lo acompañen a buscar a esta persona misteriosa a los lugares más desoladores del bajo Londres. Es justo este amigo cercano, Collins, quien será el narrador de este viaje lleno de enigmas, jeroglíficos, túneles y catacumbas, que se desarrolla en una especie de inframundo londinense lleno de adictos al láudano e insinuaciones de antropofagia.

La figura amenazante de Drood impregna todos los escenarios de la novela, apoderándose de la paz mental de nuestro narrador y por momentos da la impresión que le causa una locura silente al maestro Dickens. Se sabe tan poco de este personaje, sólo que se le acusa de más de 300 asesinatos y que puede doblegar las voluntades de todo aquel que se le cruce enfrente, dueño de un poder completo en el submundo de las cloacas de Londres. Lo interesante es que así mismo como se afirman estas cosas también se planta en el lector la idea de que todo puede ser mentira.

A lo largo de la novela se va haciendo evidente que la amistad entre ambos escritores no es tan perfecta como parece, es más ni siquiera el mismo Dickens parece ser el caballero victoriano que aparenta. La rivalidad disimulada entre los dos se manifiesta en unos debates muy interesantes, dispersos a lo largo de la narración, entre ambos novelistas. También podemos quedar con la impresión de que Collins es una persona envidiosa del éxito de Dickens pero la idea que se arraigó más en mi fue la de Dickens como un personaje egocéntrico y malcriado.

Con la narración de Collins somos partícipes de los últimos 5 años de vida de uno de los grandes exponentes literarios del siglo 19, las lecturas públicas de sus obras más reconocidas, su casi obsesión por la práctica del mesmerismo (hipnotismo), los guiones teatrales y las novelas por entregas que desarrollaron juntos y sobretodo del inicio de la que sería su obra inconclusa 'El misterio de Edwin Drood', la cual estaba programada para terminar en 12 entregas y Dickens sólo llegó a escribir 6 partes cuando le sobrevino la muerte en el quinto aniversario de su accidente ferroviario en Staplehurst.

Siendo Collins el narrador no podemos confiar que su punto de vista sea el más apegado a la verdad, y podríamos pensar en envidia profesional pero no sería del todo cierto ya que el mismo Collins alcanzó notoriedad literaria. Casi en las últimas páginas de la novela Dickens le revela un secreto a Collins que me hace aun más simpatizante del pobre hombre (Collins).

Antes de leer esta novela tuve la oportunidad de leer 'El último Dickens' de Matthew Pearl, donde se relatan los años después de la muerte del escritor y adicional a eso estoy leyendo poco a poco la inconclusa 'El misterio de Edwin Drood' así que tal vez esté un poco entusiasmada con el tema, obviamente la novela de Simmons me gustó.


Hasta la próxima y que tengan una buena lectura.

Marieru




El cortador de cañas. Junichirô Tanizaki

Jun'ichirô Tanizaki (Tokio, 1886-Yugawara, 1965). Junto a figuras como Kawabata, Soseki y Mishima, Tanizaki es uno de los principales exponentes de la literatura japonesa del siglo XX. En 1949 fue galardonado con el Premio Imperial de Literatura por su trabajo 'La madre del Capitán Shigemoto'. En esta ocasión tuve la oportunidad de leer 'El cortador de cañas' (1933). También existe un premio creado en 1965 en su nombre, el Premio Tanizaki Jun'ichirô con un premio de un millón de yenes.

El protagonista de esta pequeña gema (tan sólo 88 páginas) transita por las calles de Okamoto (Japón, obvio) pensando en la luna y en poemas antiguos, tal vez como escape a la vorágine de la vida moderna. Vagando llega a un islote en medio del río donde se detiene para completar la hermosa luna de otoño, para su sorpresa hay otro hombre entre las cañas observando la luna llena. Este nuevo personaje será quien le narre al nuestro una historia de amor conmovedora protagonizada por su padre (el del extraño recién aparecido, no se confundan).

La historia dentro de la historia:

Shinnosuke, un hombre enamorado de una hermosa viuda pero enfrentado a la imposibilidad de esa relación, se casa con la hermana para poder estar más cerca de ella. La nueva esposa sabiéndose despreciada y conociendo los verdaderos sentimientos de su hermana hacia su marido, hace la promesa de no consumar el matrimonio para no ofender a ninguno de los dos. El tiempo pasa y se desarrolla una bizarra relación entre los tres, prácticamente un triángulo amoroso (sin las complicaciones sexuales), que al final chocará de frente con la realidad.

Los tres personajes masculinos parecen buscar una belleza que está ausente de las cosas normales que los rodean. Los de última generación se embelesan con la luna, recitan versos y cantan mientras que el de la generación anterior (Shinnosuke) cree haber encontrado esa belleza digna de idolatría en Oyû (la viuda). Todos destilan un idealismo romántico, tal vez sea un término rebuscado, mejor algo más simple como: quieren lo que no pueden tener o no han podido encontrar.

Las mujeres no me parecieron tan profundas, ambas me parecieron resignadas a vivir los papeles que la vida les impuso, una la hermana sacrificada y otra la hermana egoísta y consentida que todos adoran. El sacrificio de la hermana es digno de elogio pero no creo que ningún personaje contemporáneo se quede sentado a ver como el amor les pasa por a lado.

La novela me pareció hermosa fue por la añoranza que transmitió Tanizaki, de los lugares y de los tiempos antiguos. Leída en un par de horas, con interrupciones menores.

Hasta la próxima y que tengan una buena lectura.

Marieru



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