El verano de los juguetes muertos. Toni Hill

Toni Hill es un autor español (Barcelona, 1966) licenciado en psicología que ha trabajado más de 10 años como traductor.  El verano de los juguetes muertos es su primera novela (julio, 2011) cuyos derechos de traducción se han vendido a más de 11 países.  Este año se publicó la secuela, Los buenos suicidas.

Últimamente tengo cierta debilidad por las novelas negras, policiacas o como quieran llamarlas, así que desde que vi este título en la librería sabía que tenía que darle una oportunidad.

La historia.  El inspector Héctor Salgado está de vuelta luego de que el uso de violencia excesiva contra un sospechoso lo obligara a tomar vacaciones anticipadas.  Ahora su jefe, para evitar que se meta en más problemas, lo asigna a un simple caso de muerte accidental que terminará siendo mucho más complicado de lo que todos esperaban.  Salgado tendrá que investigar desde los bajos fondos de Barcelona hasta el escabroso pasado de las pudientes familias de la ciudad.  La trama se mezcla con investigaciones de un caso anterior y las complicadas relaciones personales del inspector.

Frases sueltas:

"Hay veces en que la respuesta natural a un estímulo es la ira.  (...) De lo que se trata es de manejar esa emoción, contenerla para no provocar un mal mayor.  La furia puede ser aceptada en esta sociedad; actuar movido por ella es más discutible." 

"Nunca se mató a nadie por amor, eso es una falacia de los tangos.  Sólo se mata por codicia, despecho o envidia, créeme.  El amor no tiene nada que ver con eso."

Mi opinión.  La novela está narrada de una manera bastante ágil, muy pocas veces se arrastra la trama en detalles poco importantes.  Para asegurarse de que el lector no se aburriera, todo el caso (s) se investiga y resuelve en cinco capítulos, los cuales representan cada día de investigación.  Podría pensarse que se resolvió muy rápido si lo comparamos con la media de resolución en casos reales, al menos de tal complejidad, pero Salgado no tenía otros casos en los que distraer sus agudos sentidos detectivescos así que le doy el beneficio de la duda.

Aparentemente ninguna novela de detectives está completa sin un poco de drama personal y el inspector Salgado tiene bastante.  Recién separado de su mujer que ha decidido experimentar con su sexualidad, distanciado de su hijo adolescente desde mucho antes y ahora se le suma estallidos inesperados de violencia que sólo pueden ser reflejo de un gran estrés mental.  Como es de esperarse Salgado no quiere ningún tipo de ayuda y está seguro que con sólo fuerza de voluntad logrará poner algo de orden en su vida.

El inspector no es el único que roba cámara, su compañera de investigación Leire Castro es un gran personaje.  Leire es una mujer independiente que, aunque en un principio se siente intimidada por Salgado, logra aclimatarse al ritmo de trabajo e incluso algunas veces está un paso adelante del avezado inspector.  Algo que no me gustó, si bien puede que esté exagerando como siempre, es que a pesar de crear un personaje como Leire (una mujer fuerte sin ataduras en sus relaciones), Hill la “castiga” y de cierta forma hace que dependa emocionalmente de su actual pareja.  [Spoiler] No está escrito así con lujo en el detalle, pero en la escena cuando le dice a su “novio” que está embarazada y él le dice que tiene que pensarlo ella reacciona con más dolor del que aparenta [Spoiler].

El resto de los personajes también son muy interesantes, unos más que otros.  Algo que tiene en común es que la mayoría son conflictivos o sufren de algún daño emocional.

El verano de los juguetes muertos se lee muy rápido (además tiene las letras enormes) y aunque no está saturada de acción ni la resolución de los casos es con grandes aspavientos, me ha resultado una novela muy entretenida.  Al principio el título me despisto un poco, lo primero que vino a mi mente fue un asesino serial con gusto por los niños, no obstante se alejó de ese hilo narrativo para entregarnos algo más por la vena de intriga familiar.

Al final se abre un nuevo misterio para el inspector Salgado, dejándolo aún más alterado emocionalmente de lo que estaba en un principio.  Espero que se siga la investigación en la secuela, Los buenos suicidas, novela que ya fue publicada pero no ha llegado por mis lares.

¿Han tenido la oportunidad de leerlo? ¿Les llama la atención?

Hasta la próxima y que tengan buena lectura.

Marieru