Juan Eslava Galán. En busca del unicornio

Juan Eslava Galán escritor español nacido en Arjona (Jaén, 1948).  Ha ganado los premios Planeta (1987), Ateneo de Sevilla (1991), Fernando Lara (1998) y el Premio de la Crítica Andaluza (1998).  Eslava Galán es conocido con el pseudónimo de Nicholas Wilcox, bajo el que ha escrito novelas de ficción histórica como: La Lápida Templaria, Los falsos peregrinos, Las trompetas de Jericó, La sangre de Dios y Los templarios y la Mesa de Salomón.

Bajo el pseudónimo de Wilcox he leído Los templarios y la Mesa de Salomón, pero más que novela de ficción histórica es un ensayo histórico, documentado.  No lo he reseñado y no tenía ni idea que Nicholas Wilcox era un pseudónimo.  El libro que voy a reseñar está escrito bajo su propio nombre y es ‘En busca del unicornio’, novela que le valió el Premio Planeta (1987).

La portada del libro me engañó un poco, en ella se representa uno de los famosos tapices de La dama y el unicornio, tema que me fascina y del que he reseñado dos novelas de ficción histórica al respecto.  Las novelas son: La dama y el unicornio de Tracy Chevalier y El séptimo unicornio de Kelly Jones.  No se trataba de los tapices.

La historia transcurre a finales del siglo XV cuando el rey de Castilla, Enrique IV (personaje real) conocido como “El impotente’ le encomienda a Juan de Olid (personaje ficticio), escudero del condestable de Iranzo (personaje real), ir al frente de una expedición a través de África para conseguir el cuerno del unicornio, el cual una vez hecho polvo curará la impotencia del rey.

El pobre y desventurado Juan de Olid lleno de orgullo por haber sido escogido para tan loable servicio al rey y creyendo que a su regreso sería enaltecido por sus logros parte a una misión de la que no volverá hasta 20 años después.  Profundamente cambiado por todo lo que le ocurrió atravesando África, y créanme que le pasó bastante, llega a una España muy diferente a la que dejo al partir.

El libro está narrado en forma de crónica, en primera persona y en castellano antiguo.  En el momento que lo abrí (venía sellado) y vi el castellano antiguo pensé: “No! Esto no lo voy a poder leer” pero recordé que si leí El don Quijote y El cantar del Mío Cid, entonces podía con este de 330 páginas. 

Un fragmento:

               "Y a lo que preguntamos por un animal de tales señas con un cuerno solo en la frente tuvieron sus fablas entre ellos muy vivas y luego contestaron que a muchas jornadas hacia la parte del Mediodía había un río grande de nombre Congolunda donde se vieran animales como aquel que decíamos y que pacían yerba y eran grandes y tenían un cuerno encima del hocico y que los polvos de raspadura de este cuerno eran apreciado medicina en el trato venéreo.  Y al decir esto se señalaban a sus vergüenzas, que las traían al aire, y se reían.  Con lo que ya quedamos confirmados de que por fin habíamos dado con gentes que sabían darnos nuevas ciertas de dónde estaban los unicornios".

Superada la primera impresión lo disfruté bastante, la forma en que Eslava Galán nos describe la vida y costumbres en el ‘país de los negros’, las sorpresas y calamidades a la que se enfrentó la expedición (no creerán lo mal que la pasaron), la manera en que Juan de Olid quería ser caballero ante todo pero África lo golpeaba de las formas más inesperadas. Me gustó como, a pesar de todo, Juan de Olid nunca abandonó su sueño de regresar a España, nunca dejó de creer que lo esperaba la grandeza.

Hasta la próxima y que tengan una buena lectura.

Marieru