Federico Axat (1975) es un escritor argentino que debuta con ‘Benjamín’, aunque según he leído no es su primer trabajo.
Ben es un niño de 9 años que vive en un pueblo llamado Carnival Falls, un pueblo tranquilo de Estados Unidos, junto a su pequeña familia. El papá y la hermana mayor de Benjamín no son un problema, pero la madre es una historia aparte, una mujer egoísta y sin verdadero amor hacia sus hijos que le hace la vida imposible a Ben.
Un buen día, hastiado de su madre, Ben decide esconderse en el desván de su casa (que nadie sabe que existe ¬¬). En un principio la jugada sería por un corto tiempo pero el desván tiene algo que lo atrae, el poder de observar a los miembros de su familia sin que ellos tengan manera de saberlo o impedirlo. Desde su escondite, Ben va interfiriendo de forma siniestra en la vida de su familia. Todos tienen un secreto que esconder y Ben se encargara de que les explote en la cara.
Pasan los días y Ben es dado por muerto, luego de la pertinente búsqueda por las autoridades locales y los amigos de la familia. Pero en las noches, y luego cada vez que puede, Ben baja del desván forzado por la sed y el hambre, aprovechando para sembrar la confusión en las mentes de su familia y de paso aterrorizar a Rosalía (la criada que vive en la casa). Con el paso del tiempo el comportamiento de Ben se va alterando hasta casi darnos la impresión de que ha perdido la razón.
Mi opinión. Al principio me resultaba difícil creer que un niño de 9 años tuviera esa clase de pensamientos, rayando en lo obsceno algunas veces, pero lo dejé pasar para ver hacia donde me llevaba el autor. No me arrepentí. Los personajes están completos, muy bien construidos en sus fallos e imperfecciones. La madre, que de madre tiene lo que yo de dibujante, es una perfecta egoísta y una desequilibrada que ha encontrado la forma de funcionar perfectamente en sociedad, o como diría mi madre, “es farol de la calle y oscuridad de su casa” (espero que hayan entendido ese refrán).
Robert, el padre, es un cero a la izquierda (sus razones tiene). Y a pesar de eso, es el único que evita que la familia se derrumbe. Completamente sometido a la voluntad de la esposa, rehúye de las confrontaciones familiares pero en el fondo es a quien más le duele la desaparición del pobre Ben. Andrea, la hermana mayor, es una adolescente, con todo lo que eso conlleva.
Y entonces llega Michael (Mike), el mejor amigo de Robert, la única persona normal en toda la historia. Robert le cuenta todo a Mike, quien funciona como la voz de la razón, lo ayuda a desahogarse y le hace saber que todo estará bien. A pesar que a Robert le duele la muerte de su hijo, es Mike quien no descansará hasta saber la verdad, una verdad que nunca debió haber buscado…tururururu…
Benjamín es, sin duda, el personaje más inquietante de la novela. El autor le da una personalidad alterna que no es para nada adecuada a su edad y con la que nos mantiene al borde de la sorpresa y el temor. Esa personalidad tiene voz propia, la veremos en cursiva, (aunque también esta herramienta se usa para los pensamientos de otros personajes) y nos hablará en los momentos menos esperados dejándonos atónitos.
A través de los recuerdos de los personajes se develarán muchas pistas sobre lo que está pasando y porque sus mentes están tan alteradas, pero ninguna pista nos prepara para el final. También existen personajes secundarios, como el novio de Andrea y el interés amoroso de Mike, que le dan continuidad a la historia y luego formaran parte de las pistas que pasamos por alto…¡al final lo vi tan claro!
Simpaticé con Mike, odié a Danna, Robert me dio lástima y Andrea me fue indiferente, pero por todos sentí temor y la premura de lo inevitable.
Benjamín es un thriller psicológico, pero también tiene violencia física e inesperada (¡sangre! ¡Mucha sangre!) y me hizo sentir nudos en el estómago. El final fue increíble, aunque para mi gusto tuvo una escena de más. Hasta la tormenta bastaba, pero supongo que era necesario explicar como todo se fue al demonio en la vida de nuestro personaje.
Mi escritor favorito de éste género (que secuestró mi corazón porque no he leído a nadie más) es Ted Dekker. Sin embargo, si Axat continúa escribiendo como lo ha hecho en esta novela (o incluso mejora como los vinos), sabrá labrarse un camino propio.
Frases sueltas:
"Nadie dudaría de que la imagen del espejo pertenecía a Ben Green. (...) Ni siquiera el hecho de que aferrara el mango de un cuchillo entre los dientes podría disuadir a alguien de la verdadera identidad del niño. Pero la mirada era otra cosa. Aquella mirada no pertenecía a Ben."
"El límite entre la cordura y la locura resulta un sitio peligroso, más aún cuando se lo visita siendo apenas un niño. La imaginación, o la mente misma, constituye la única defensa y, a la vez, se convierte en nuestro peor enemigo."
Lo recomiendo.
Ahora, cuéntenme ustedes ¿qué les ha parecido?
Hasta la próxima y que tengan buena lectura.
Marieru
No conocía el libro pero me ha llamado mucho la atención, tiene un argumento muy interesante por todo lo que cuentas, el thriller psicológico es un género que me suele gustar bastante así que me lo anoto
ResponderEliminarun beso
Tuve la suerte de tener el ejemplar en mis manos, y lo devoré en dos días. No me cabe ninguna duda que este escritor tiene un futuro brillante. Saludos, muy buena reseña!
ResponderEliminarNo conocía al libro, ni al autor, cosa que no me hace sentir muy bien, porque trato de estar informada sobre los escritores de mi país ^^U
ResponderEliminarEl libro suena fantástico, voy a ver si lo encuentro porque es un genero que me encanta!
besito
No conocía la novela pero me parece sumamente interesante.
ResponderEliminarComo un niño tan pequeño se esconde de su madre y poco a poco se va sumergiendo en ese mundo...
Apuntado queda, espero que esté por aquí también porque me apetece mucho leerlo.
Un beso